Las obras de emergencia en colegios no avanzan en Sucre

En cuatro de los 18 establecimientos educativos de Sucre que fueron declarados en emergencia a finales de 2018, las obras están paralizadas. A tan solo un día de que comience el quinto mes del año los estudiantes y maestros siguen perjudicándose.

Esta situación fue constatada por la Comisión Social del Concejo Municipal que hasta el viernes realizó una inspección en diez de los 18 recintos educativos en emergencia, informó la técnico de esa comisión, Bibiana Gardeazabal.

El 13 de diciembre de 2018, el Concejo Municipal ratificó la Declaratoria de Emergencia de 18 establecimientos educativos de Sucre, del área urbana y rural, destinando para ese fin un presupuesto que supera los Bs 8 millones con el objetivo de mejorar las condiciones de formación de los estudiantes.

De acuerdo con el plan de emergencia, las 18 unidades educativas fueron agrupadas en cuatro proyectos, no obstante las obras recién comenzaron a ejecutarse el 14 de marzo con los establecimientos educativos del tercer proyecto.

Gardeazabal informó que de los cuatro proyectos licitados tres están en ejecución pero con escaso avance, pese a que debieron tener prioridad por ser “de emergencia”.

La comisión constó además que en los establecimientos Zudáñez, Tambo Aranjuez, Victoria Diez y Fray Gabriel Andini, que corresponden al cuarto proyecto (tiene en total 12 establecimientos educativos), las obras están paralizadas. Desconocen la causa.

La funcionaria anunció que en el transcurso de esta semana culminarán con la inspección de todas las unidades educativas del cuarto proyecto. Hace un mes, el Concejo solicitó un informe escrito al alcalde Iván Arciénega para que detalle las fechas de inicio y conclusión de obras de las empresas, información que no recibieron hasta ahora.

“Por eso, el Concejo Municipal está preparando los instrumentos necesarios para que el Ejecutivo explique por qué se paralizaron las obras, tomando en cuenta que son de emergencia y deberían haber sido prioridad”, expresó.

Según Gardeazabal, la no ejecución de obras genera perjuicio porque las unidades educativas carecen de aulas extras y eso implica incomodidad para los estudiantes, maestros y el avance curricular. Eso es antipedagógico, señaló.

Mientras tanto la infraestructura se sigue deteriorando con la continuidad de lluvias. En ciertos casos existe el riesgo de un colapso.

FUENTE : http://correodelsur.com

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