Alcaldía apuesta por un escenario para el corso y otras 9 actividades


Poco a poco el plan de contar con un “Cochalódromo” o un “Corsódromo” es acogido por la Alcaldía y el Concejo Municipal. Tras el último Corso de Corsos, la Secretaría de Planificación trabaja en un proyecto para la realización de la entrada y otras  nueve actividades, informó el responsable del área, Rafael Sainz.

Dijo que buscar una nueva ruta no significa que se adapte una  vía porque sólo sería “llevar el problema a otra zona”.

“Ya vimos varios lugares para construir un nuevo escenario. Tenemos tres alternativas, pero primero tienen que ser evaluadas y consensuadas con las OTB. Además, estas posibilidades tienen que seguir un conducto regular antes de hacer público las zonas donde pretendemos llevar esas actividades”, declaró  Sainz.

Lamentó que las anteriores gestiones no hayan reubicado la el corso, cuando existía más territorio disponible para construir un escenario.

“Hace 20 años o más ya debería haberse planificado una nueva ruta. Esta secretaría más parece una secretaría de planificación correctiva, porque todo estamos corrigiendo. La planificación debería ser preventiva y no correctiva”, declaró.

Al respecto, algunos concejales coincidieron con Sainz  en buscar una alternativa a la ruta del corso, que actualmente pasa por las avenidas del casco viejo, Ramón Rivero, El Prado y la Muyurina. Consideran como propuestas a la avenida Beijín, que se usó para el corso de 2004, además del Circuito Bolivia, la Segunda Circunvalación, la avenida Segunda y la final Melchor Pérez de Olguín.

“Al igual que otras ciudades capitales que están avanzando en trasladar este tipo de actividades como los desfiles y actividades culturales, Cochabamba también debería  pensar en un espacio libre que tenga mayor acceso al público”, indicó el concejal Sergio Rodríguez.

Para Carlos Coca el circuito de la laguna Alalay es una gran alternativa para descongestionar las vías, pero “después de hacer algunas mejoras”.

El concejal Edwin Jiménez señala que todas las actividades como las presentaciones artísticas que se hacen en la plaza de Las Banderas, los desfiles cívicos, los ensayos de las fraternidades, entre otras, deberían tener un escenario fuera del casco viejo de la ciudad.

“Al igual que en Santa Cruz, que tienen un Cambódromo, nosotros deberíamos tener un Cochalódromo para esas actividades”,  manifestó Jiménez.

El representante de la Sociedad de Estudios Urbanos Regionales (SEUR) del Colegio de Arquitectos de Cochabamba (SEUR), Javier Molina, y el ingeniero vial, Carlos Ballón, expresaron que  existen varias razones para buscar alternativas.

“La Alcaldía debería hacer un estudio de impacto ambiental ocasionado por este tipo de actividades, principalmente, por el Corso de Corsos, eso puede respaldar un cambio en la ruta”, sugirió Ballón.

Además, ambos indicaron que la ruta del corso y de las otras  actividades no pueden estar sujetas a los intereses de los comerciantes. “La ruta actual tiene una forma de  ‘U’ y está en el cruce de norte a sur y de este a oeste de toda la ciudad. Los que están dentro de esa ruta y tienen empresas son los más afectados”, remarcó Molina.

La ruta que se proyecte además puede servir para el corso infantil, la precarnavalera, la entrada universitaria, el convite de la entrada universitaria, los ensayos de las fraternidades, los desfiles del 6 de agosto y el 14 de septiembre, además de las ferias gastronómicas y otras presentaciones artísticas.

El Concejo Municipal aprobó una resolución para que la Alcaldía  realice estudios técnicos para hacer el cambio.



PUNTOS DE VISTA

"El corso es un punto más a todo ese conflicto que tenemos. Por eso, estamos trabajando en descongestionar el centro de la ciudad". Rafael Sainz. Secretario de Planificación

"Deberíamos trasladar estos actos a la laguna Alalay. La Policía y las Fuerzas Armadas ya hicieron sus actos ahí y dio buenos resultados". Carlos Coca. Concejal Demócrata

"A mi parecer cerrar algunas calles para el corso genera un caos vehicular, deberían llevarlo a la Beijín como lo hicieron una vez". Teresa Aguilar. Vecina



PAGOS PARA VER LA ENTRADA Y 3 DÍAS DE CAOS VEHICULAR

REDACCIÓN CENTRAL

El corso además de ser un espectáculo que tiende a privatizarse y sólo si “pagas ves” a las fraternidades, porque las graderías están tapadas con plásticos, divide a la ciudad en dos hasta con tres días de anticipación a la entrada para armar los módulos para el público. 

“Ya no se puede perjudicar a la población, en el micro de la línea G tuvimos que dar una vuelta por todo el costado del río Rocha para llegar a la 25 de Mayo y eso es un perjuicio”, dijo un vecino afectado por el paso de la entrada,  C. Covarrubias.

De la misma manera Teresa Aguilar considera que el Corso de Corsos tiene que cambiar de ruta como se lo hizo en 2004, porque siempre que hay estas actividades en El Prado la congestión vehicular es de “locura”.

Según un recuento de los daños del último Corso de Corsos, la entrada generó 22 toneladas de basura, tres más que en 2018 cuando EMSA recogió 19. La empresa de aseo desplegó 60 trabajadores durante la entrada.


FUENTE : 

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