Paliativos encubren daños en Coña Coña, Alalay y Quenamari


Alalay no es la única laguna que agoniza en la ciudad de Cochabamba, también están en riesgo Coña Coña y Quenamari o Albarrancho.

A través de este fotoreportaje, Los Tiempos expone el deterioro que han sufrido a lo largo de los años estos humedales. La gestión ambiental se ha centrado en estudios, pero no en acciones para revertir la crisis. Sólo han sido “parches”.

Según el representante del Foro Cochabambino de Medio Ambiente (Focomade), Jhon Zambrana, lo que ocurre es que cada nueva gestión no le da importancia al trabajo previo y lo que hace es empezar de cero, generando un retroceso en la solución de los problemas.

Para el concejal Edwin Jiménez, la situación de las lagunas  es resultado de un “descuido del ejecutivo municipal”, porque el Concejo Municipal envió un proyecto de ley para declarar la laguna de Quenamari, por ejemplo, como patrimonio municipal y área protegida, pero no prospero debido a la incertidumbre del derecho propietario.

“En Coña Coña se presupuestaron recursos económicos durante los últimos años. En 2012 se tenía un millón de bolivianos para comenzar con el dragado; sin embargo, el ejecutivo priorizó hacer un convenio con una empresa de cerámica”, explicó Jiménez. Esta compañía finalmente rescindió el contrato.

La situación es igual o más caótica en la laguna Alalay que primero fue afectada por las macrófitas, siguieron las algas filamentosas, la muerte masiva de peces por la contaminación de sus aguas y ahora aparecen las cianobacterias.

Los vecinos que viven alrededor de esta laguna ya no pueden aguantar el olor nauseabundo.

“Todo lo que se hizo fueron sólo parches”, lamentó Jiménez. De 2010 a 2015, Alalay recibió cerca de 42 millones de bolivianos sin resultados y existe una demora de ocho años para contar con un estudio a diseño final para su recuperación.

El presidente del Control Social Ambiental de Cochabamba (Cosac), Jaime Ponce, identificó dos razones para que las tres lagunas estén en crisis: que durante los últimos 20 años las instituciones no asumieron la responsabilidad que la ley les asigna y que la sociedad de Cochabamba “no terminó de entender que la problemática en el eje central es medio ambiental”.

En la mirada del secretario de Desarrollo Sustentable de la Alcaldía, Eduardo Galindo, el problema de la laguna Alalay es integral porque el 60 por ciento de las aguas que recibe vienen del río Rocha, una cuenca que está por demás contaminada.

Galindo aclaró que la Alcaldía trabaja en consultorías para los espejos de agua de Quenamari y Coña Coña para conocer qué se hará en términos hidráulicos, ambientales y paisajísticos; y en Alalay se actúa de la mejor manera para salvar la laguna viendo nuevas fuentes de ingreso del líquido elemento. “Parte del problema ha sido no tener un plan a largo plazo en la Alalay”, reconoció.

Para el concejal del MAS, Sergio Rodríguez, la falta de voluntad política perjudicó el trabajo para salvar a Coña Coña, Quenamari y Alalay. Para el concejal de Demócratas, Rolando Tellería, la falta de trabajos en las tres lagunas es producto de la mala gestión pasada.

Fuente: Los Tiempos

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